En UWC, la diversidad no es solo algo que valoramos: es lo que nos impulsa. Reunir a jóvenes de diferentes orígenes y culturas les ayuda a explorar nuevas perspectivas y a desarrollar nuevas formas de entender el mundo.
Al ver a las personas y no a las naciones, nuestro alumnado aprende no solo a aceptar la diferencia, sino a celebrarla. Este compromiso con la diversidad fue la base sobre la que se fundó UWC en plena Guerra Fría, y sigue estando en el centro de nuestra misión hoy en día.
El poder de una comunidad diversa es transformador, no solo para nuestro alumnado, sino también para nuestro profesorado y personal, que se inspiran constantemente en las personas jóvenes extraordinarias que estudian en los colegios UWC de todo el mundo.